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La misión de toda empresa con fines de lucro es hacer crecer su Patrimonio neto. Esto se logra generando ganancias o beneficios de su actividad económica.
De modo que mientras el Patrimonio neto sea más grande, también crecerá el valor de la empresa en el mercado.
Así, el activo se compone de los diferentes bienes, además de los derechos. Y el pasivo por todas las deudas que la compañía debe pagar.
Con esto, el Patrimonio neto es una cuenta diferencial donde, una vez restado el pasivo (deudas) queda el conjunto de activos que dan valor a la empresa.
Los aspectos que caracterizan al Patrimonio neto son los siguientes:
El Patrimonio neto de toda empresa está compuesto de la siguiente forma:
Se debe tomar en consideración que las cuentas diferenciales serán ajustadas de acuerdo al índice de inflación de cada país.
Esto se aplica para todas sus cuentas excepto para la relativa al capital social.
La forma de calcularlo es muy sencilla, y se realiza mediante la siguiente fórmula:
Como se puede apreciar el Patrimonio neto es, junto al activo y al pasivo, un elemento patrimonial. Son las llamadas cuentas diferenciales.
El activo es todo lo que la empresa posee, y el pasivo todo lo que debe.
De manera que, de esta diferencia, quedan los recursos financieros totales en manos de la compañía.
La utilidad de conocer el Patrimonio neto se debe a lo siguiente: